TRANSICIÓN
vídeo sobre un recorrido
vídeo sobreo múltiples recorridos
http://www.youtube.com/watch?v=3_jKz4QteEM
pasado/futuro
movimiento/pausa
campo/ciudad
interior/exterior
mente/cuerpo
pensamiento/actuación
individual/colectivo
disolución de la personalidad/búsqueda de uno mismo
orden/caos
realidad/ficción
SONIDO/IMAGEN
Jorge S-Q R / Taller de Ideación
Sujeto
miércoles, 22 de diciembre de 2010
martes, 21 de diciembre de 2010
lunes, 20 de diciembre de 2010
martes, 19 de octubre de 2010
lunes, 18 de octubre de 2010
domingo, 17 de octubre de 2010
Atravesar el desfiladero
http://www.youtube.com/watch?v=p_wzrSMF4tA
Se oyen los gritos que se aprietan en los espacios mínimos definidos por las rocas salvajes. No hay erosión posible. Todo se adapta y queda determinado por esas formas sólidas que para siempre quedan grabadas en el recuerdo de quienes las miran.
Es una presencia constante que articula todo a su alrededor. Un gran teatro oscuro y escarpado. La gente sólo puede hablar de ello, lo recuerda en sus viajes. Los cuerpos se olvidan de sí mismos porque ya no necesitan nada más, ya no se puede pensar más allá.
La dirección prometida se borra por el temor a darle la espalda.
Para poder entrar hay que aplanarlo todo y reducirlo al transepto y su eje, la cruz, para poder así mirar y caminar. Eliminar la profundidad y que el movimiento sea vertical y horizontal. Aprender a quedarse ahí.
Vivir en las dos direcciones, y dando saltos.
Aceptar la discontinuidad.
Salvar la distancia.
Vivir y soportarlo.
Se oyen los gritos que se aprietan en los espacios mínimos definidos por las rocas salvajes. No hay erosión posible. Todo se adapta y queda determinado por esas formas sólidas que para siempre quedan grabadas en el recuerdo de quienes las miran.
Es una presencia constante que articula todo a su alrededor. Un gran teatro oscuro y escarpado. La gente sólo puede hablar de ello, lo recuerda en sus viajes. Los cuerpos se olvidan de sí mismos porque ya no necesitan nada más, ya no se puede pensar más allá.
La dirección prometida se borra por el temor a darle la espalda.
Para poder entrar hay que aplanarlo todo y reducirlo al transepto y su eje, la cruz, para poder así mirar y caminar. Eliminar la profundidad y que el movimiento sea vertical y horizontal. Aprender a quedarse ahí.
Vivir en las dos direcciones, y dando saltos.
Aceptar la discontinuidad.
Salvar la distancia.
Vivir y soportarlo.
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